DÉJAME COMER TRANQUILO por Aníbal Ricci Ser loco es no molestar a los demás. No meditaba hace meses, mis pensamientos y emociones se vaciaron, incluso la vasija que los contenía dejó de existir. Esta vez lo hice con los ojos cerrados y navegué en mi propio yo. Esta meditación ha sido extraña, el ego no debiera ser parte de una meditación, sin embargo, acabo de darme cuenta que jamás le he dicho a alguien que está gordo, que no me gusta su ropa y esto es lo más importante de la introspección, jamás le he dicho a mi padre, a mi hermana o a mis sobrinos que coman esto o lo otro, simplemente dejo que elijan y eso para mí está bien. Debe ser un rasgo de locura. Nunca me voy en contra del libre albedrío de otra persona. Le podré aconsejar lo que me parece mejor, pero la decisión es del pariente, del amigo o de mi pareja. Es endemoniadamente retorcida esta actitud, lo infiero por la conducta de los miembros de mi familia que pertenecen al mundo de los cuerdos. Cuando niño ...
Literatura y cine