(crónica) CARTAGENA por Aníbal Ricci Mis padres me regalaron unos walkie talkies negros con un botón rojo. Un artilugio entretenido con el que nos comunicábamos con mi amigo Jürgen. El abuelo tenía una casa de madera enclavada en el cerro de la tumba de Vicente Huidobro. Muchas veces la visitamos y siempre nos pareció que estaba a medio abandonar. Todavía no había leído al poeta y a esa edad no imaginé el calado del escritor. El cerro quedaba bastante retirado y la señal del aparato era potente. Se escuchaba a varias cuadras de distancia. Calles de tierra por las que se accedía a la estación de trenes luego de caminar veinte minutos. La bajada a la playa la hacíamos entre corredores angostos tras un castillo y bajando por unas escalinatas de piedra. El Conte Verde estaba habitado por ese entonces, una residencial ubicada en la ...
Literatura y cine