Dirigida por Terry Gilliam
©Aníbal Ricci
El guion de David y Janet
Peoples (Blade Runner) se basó en la historia del cortometraje La
Jetée (1962) del director Chris Marker, sobre el cual recrearon su propia
visión del futuro y de los viajes en el tiempo. Cuando Cole regresa al pasado, es
internado bajo el cuidado de la psiquiatra Kathryn Railly. «Este es el presente… no es el pasado ni es el
futuro», dice James Cole, protagonista de esta cinta de ciencia ficción donde
envían a este prisionero, desde el año 2035, para que encuentre la cura para la
epidemia que azotará a la humanidad.
Cole se hace amigo de otro
paciente, Jeffrey Goines, un delirante enfermo mental hijo de un famoso investigador
cuyos experimentos llevaron a Jeffrey a un actuar desconcertante. A través de
Jeffrey, Cole escucha por primera vez sobre el ejército de los 12 monos. Railly
(Madeleine Stowe) termina por convencerse de la versión del futuro que repite
Cole. Posteriormente procederá a raptarla, dando origen a una inesperada
historia de amor. Cole es perseguido por el sueño recurrente de un niño en un
aeropuerto (inspirado en La Jetée). Una mujer besa la mano ensangrentada
de un moribundo, lo que afecta profundamente la mente del prisionero.
James Cole quiere olvidar el futuro (en
realidad el presente desde donde proviene), ahora quiere vivir tranquilo junto
a la psiquiatra y renunciar a su memoria que parece sufrir de una divergencia
mental. «Al vivir en distintas dimensiones… no se puede distinguir la realidad»,
les señala Cole a los científicos y más tarde descubrirá las verdaderas
intenciones del ejército de los doce monos.
El sueño es el alma de la
película. Terry Gilliam regresa tres veces para recrear detalles hasta que el
sueño vincula todas las piezas del rompecabezas. Cole recuerda desde una mente
infantil y en la confusión intuye que la investigación de los científicos no
llevará a ninguna parte.
El síndrome de Casandra (creer que puedes ver
el futuro) y el síndrome de Estocolmo (sentir empatía por tu secuestrador) son
hábilmente mezclados y utilizados para llevar a cabo esta distopía al estilo de
Brazil (1985), también dirigida por Terry Gilliam. Todo el metraje es
construido desde la perspectiva de una alucinación paranoica y los personajes
de Bruce Willis (James Cole) y de Brad Pitt (Jeffrey Goines) están perfectos al
interpretar sus respectivos trastornos mentales.
El guion es intrincado en el buen sentido,
pero sin lagunas ni errores, la banda sonora es desquiciante y termina por
sumergirnos en una atmósfera enrarecida. Ciencia ficción de tomo y lomo nos
brinda Terry Gilliam, donde los viajes en el tiempo son una excusa para
exponernos a un ensayo sobre la locura. En un momento de la película, el
protagonista duda de su cordura y de sus palabras, e incluso deseará estar loco
para olvidar la pesadilla.
Comentarios
Publicar un comentario