Dirigida por Matteo Garrone © Aníbal Ricci Cine inquietante, atemporal, donde el punto de vista del protagonista nos sumerge en un viaje endemoniado que transcurre dentro de un barrio italiano que muestra su miseria a través de tonos sombríos y ambientes desolados que no dejan resquicio para que sus habitantes salgan a la superficie. Marcello es un cuidador de perros de escaso coeficiente intelectual que baña a las mascotas de los vecinos y goza de cierta simpatía entre ellos. La rudeza del barrio (situado en una época indeterminada) supondría que los perros fueran bravos o maltratados, tal como ocurre en la primera escena mostrando a un Pitbull enardecido, encadenado a un muro, en ánimo de morder y destrozar al que lo está bañando, pero que por arte de magia deja que le sequen el pelo con una mansedumbre abismal. Esta primera secuencia causa extrañeza, aunque podría ser indicio de una mente extraviada que observa el mundo (somos espectadores de ello) con ojos bastante per...
Literatura y cine