Dirigida por Carlos Leiva Barahona © Aníbal Ricci Esta cinta es la prueba de que con escasos recursos y unos minutos menos de metraje se pueden hacer maravillas. La historia transcurre en un barrio periférico y sus personajes resultan arquetípicos. Podríamos encontrar cientos de casos similares en nuestras poblaciones, no obstante, la película insiste en el naturalismo descarnado para mostrarnos realidades incómodas. Mientras Aquí no ha pasado nada mostraba el mundo ABC1 y Rara la clase media, la película de Leiva Barahona se ocupa de las barriadas. Las tres muestran a la sociedad chilena desde distintas aristas, pero El primero de la familia incorpora a un personaje omnipresente: la miseria. Cada toma del fotógrafo Felipe Bello está cargada de fealdad, de claustrofobia, pero aquí no hay un estereotipo de la pobreza, es la miseria calando hondo en cada uno de los personajes, mutando su ADN, para convertirlos en otros seres engendrados por la falta de oportunid
Literatura y cine