Dirigida por Joel Coen
©Aníbal Ricci
El guion de los hermanos Coen tiene
una musicalidad exquisita, muy de acuerdo a la banda sonora, pero sobre todo
emparentada con el temperamento de Dude (interpretación genial de Jeff Bridges).
Si fuiste de los afortunados en verla en una sala de cine, te habrás dado
cuenta de que la atmósfera de la película es tan relajada como su protagonista,
de imágenes muy bien logradas, que hay que saber disfrutar al ritmo de un disco
de 33 rpm.
Los diálogos están llenos de
estupideces que se deslizan en cámara lenta, recurso utilizado en la escena memorable
en que Jesús Quintana (John Turturro) hace un largo ceremonial antes y después
de su lanzamiento de bolo.
La cinta es una sátira de la sociedad
estadounidense, a la vez que esconde significados que se podrían catalogar de profundos.
Cuando se observa a los jugadores concentrados en su propia línea, supone una
simplificación de la vida en dicha sociedad. Cada uno ocupado de hacer lo que
le compete, como si la existencia se resumiera a un simple juego, donde no es
necesario inmiscuirse en la vida del que está al lado.
Dude es un vago, desempleado, un tipo
que lee la nota de rescate al ritmo de una tortuga y al que lo único que parece
importarle es una mugrosa alfombra, para seguir descansando, y es que «el que
nada hace, nada teme», sería la filosofía de Dude dicha en
buen chileno.
Si lo vemos de manera optimista, vale
mucho dedicarse a pocas cosas (jugar bolos y beber rusos) para que seas
prácticamente el dueño del mundo. Quizás suene mediocre, pero jugando bolos puedes
progresar y los problemas se reducirán a hacer bien ese ejercicio.
Cada vez que Dude sueña o queda
aturdido, sus pensamientos elementales nos hacen regresar a la infancia. Podríamos
decir que la vida del Dude es hasta más feliz que la del millonario que lo
contrata para encontrar a su hija.
Mención aparte para los otros dos
personajes principales, cada uno en su propia línea (de vida o de juego), totalmente
indiferente al discurso que puedan tener los otros. Walter (John Goodman) se
cree judío y no hace nada los sábados, pero por sobre todo es un retardado
mental que reduce y relaciona todo con la guerra de Vietnam, donde combatió y que
lejos de traumarlo, le confirió una particular forma de ver las cosas, que se
traduce en su verdad, conversando con Dude, pareciendo que jamás se pondrán de
acuerdo en ningún aspecto. La escena que lo define en plenitud es cuando saca
una pistola porque alguien ha vulnerado las sagradas reglas del bowling.
Donny (Steve Buscemi) es un sujeto
quitado de bulla, con un complejo de inferioridad a cuestas, que por lo general
se incorpora en medio de las conversaciones, y al cual invariablemente hace
callar Walter.
Ninguno reacciona de acuerdo a lo que
le dice el otro, una especie de analfabetos auditivos, que van por la vida
completando diálogos verdaderamente absurdos, que sólo podrían tener cabida en
la mente despreocupada de Dude.
La escena de la funeraria y la
posterior arrojada de cenizas al mar resumen la idiotez, pero también la
profunda amistad que une a los amigos. A fin de cuentas, si te relajas,
disfrutarás de esta vida como cualquier pecador.
Trailer THE BIG LEBOWSKI
Trailer THE BIG LEBOWSKI
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